La logística está entrando en un ciclo en el que la eficiencia deja de ser una ventaja competitiva y se convierte en un requisito mínimo para sobrevivir. El 2026 traerá un escenario aún más exigente: más competencia por precio, clientes que esperan inmediatez, presión por sostenibilidad y un nearshoring que acelera la complejidad operativa.Para los líderes logísticos, estas tendencias no son modas: son señales claras de hacia dónde evolucionan las cadenas de suministro. Y quienes se anticipen —con datos, tecnología y procesos escalables— serán quienes logren crecer sin perder control.
A continuación, las tendencias que marcarán la agenda logística del 2026.
La visibilidad ya no se limita al rastreo. En 2026, el foco estará en la visibilidad predictiva, capaz de alertar sobre retrasos, desvíos, excesos de costos o riesgos antes de que ocurran.
La visibilidad completa permitirá pasar de gestión reactiva a gestión anticipada, reduciendo costos, tiempos muertos y errores.
Drivin aporta esta visibilidad con herramientas como el seguimiento en tiempo real y alertas automáticas fundamentales para la operación moderna.
La inteligencia artificial será protagonista no por automatizar la operación, sino por mejorar la calidad de las decisiones.
En 2026 veremos IA aplicada a:
McKinsey estima que la IA en transporte puede reducir entre 5% y 15% los costos logísticos, dependiendo del nivel de madurez tecnológica.
La estacionalidad se está volviendo imprevisible. Ya no se trata solo de Black Friday o Navidad: marcas en retail, consumo masivo, pharma y última milla enfrentan picos espontáneos por promociones, cadenas de abastecimiento mixtas o crecimientos súbitos en ecommerce.
En 2026, las empresas necesitarán:
Drivin apoya esta escalabilidad con módulos independientes y adaptables que se ajustan a las necesidades de cada cliente y escalan conforme la operación crece.
El crecimiento del e-commerce y las expectativas de entregas cada vez más rápidas —same-day, next-day e incluso ventanas de 1–2 horas— están acelerando la adopción de modelos de logística hiperlocal, como micro-almacenes urbanos, dark stores y hubs de distribución de proximidad.
Según proyecciones de crecimiento del retail digital (GPC+1), esta tendencia seguirá expandiéndose en 2026, impulsada por consumidores que ya no solo priorizan precio, sino rapidez, conveniencia y flexibilidad.
La logística deja de ser un proceso “detrás del escenario” y pasa a convertirse en un factor central de la experiencia del cliente: visibilidad del pedido, opciones de entrega personal
Las prioridades serán:
El 40% de las emisiones logísticas proviene de la última milla, por lo que la optimización será clave no solo para el planeta, sino para el margen operativo.
Si algo une estas tendencias es la necesidad de centralizar, automatizar y visualizar la logística de punta a punta. Y es aquí donde el TMS deja de ser un software opcional para convertirse en el núcleo operativo.
Un TMS moderno como Drivin permite:
Las empresas que liderarán el 2026 serán aquellas que:
No se trata solo de modernizar procesos: se trata de construir una logística inteligente, escalable y sostenible, capaz de anticiparse a un mercado que no deja de cambiar.
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