Ecommerce: Importancia de la capacidad de respuesta (2022)

Ecommerce y la importancia de la velocidad de respuesta

No es una sorpresa hablar sobre el crecimiento explosivo del ecommerce en la última década, específicamente desde el comienzo de la Pandemia.

Fuente: Envato

Esto ha significado un desafío importante para las empresas, donde, además de ofrecer productos atractivos a los clientes, han tenido que desarrollar formas de hacerles llegar estos mismos, de la mejor forma posible.

Así como ha cambiado  la velocidad de crecimiento de este tipo de transacciones, también han cambiado los hábitos de compra de los consumidores de ecommerce.

Son consumidores que, en un principio, solo requerían que sus productos llegaran a casa en buen estado.

Luego, pasaron a tener mayores requisitos, como visualizar la información de su pedido por medio de “tracking”, donde pueden ver el tiempo estimado de la llegada y, por supuesto, el costo de los despachos.

Las empresas que consolidaban envíos en un centro de distribución y tenían rutas de despacho eficientes en término de costos, pero eran torpes y poco flexibles en términos de prestaciones a los consumidores finales; han tenido que, rápidamente, buscar soluciones en la flexibilidad de su operación, con el fin de cumplir los nuevos requisitos de los consumidores.

Fuente: Envato

Este nuevo modelo, es conocido como Q-commerce, o Quick ecommerce. 

Bajo este nuevo concepto, el ecommerce con respuesta promedio se transforma en un ecommerce con entregas prácticamente instantáneas y con altos estándares de comunicación con el cliente final.

Junto a estos nuevos desafíos, nacieron estrategias completamente distintas y revolucionarias en la forma de actuar de los operadores a lo largo de muchos puntos de la cadena logística, como los que detallamos a continuación:

Centros de distribución

En modelos antiguos, el término de centro de distribución, se asocia a almacenes de gran envergadura, con el fin de consolidar grandes cantidades de stock, por ende, alejado de los centros urbanos (y consumidores), con el fin de ahorrar costos en términos de disponibilidad de metros cuadrados de almacenaje. 

Fuente: Envato

Hoy, en el contexto de la importancia de la velocidad de entrega como factor diferencial, estos centros de distribución siguen existiendo, pero a ellos se les ha sumado un nuevo tipo de centro de distribución más pequeño.

Este se encarga de abastecer bienes de alta rotación, y está inmerso en los centros urbanos, con el fin de disminuir los tiempos de traslado y la necesidad de consolidación en las rutas para evitar grandes desplazamientos con bajos factores de ocupación. 

Flotas de distribución

Las flotas de distribución tampoco han sido constantes dentro de esta evolución, ya que al igual que los centros de distribución, han pasado de ser flotas con alta capacidad por vehículo, y de rutas largas, a contar con una mayor atomización en vehículos pequeños, preparados para hacer rutas cortas y con facilidad de desplazamiento en centros urbanos. 

Incluso, ha cambiado la focalización de operadores logísticos, en donde, si antes se tenía una gran torre de control con vehículos estandarizados, ahora se ha dividido en flotas mixtas con vehículos de distintas características, capaces de cubrir todas las necesidades de los distintos tipos de ruta.

Otro punto importante en relación con las flotas de distribución, ha sido la búsqueda de capilaridad en la cobertura de la flota.

Este punto ha dado pie a la posibilidad de cooperación y uso cruzado de flota, donde se pueden tener vehículos “flotantes” que no responden solamente a una empresa, sino que están disponibles a más de una, con capacidad de respuesta inmediata, según lo requieran los puntos de despacho.

Planificación de rutas

En consecuencia, con los cambios en la estrategia de los centros de distribución y los tipos de flota, la planificación también ha cambiado, dando un paso a la des consolidación y enfoque en la sectorización. 

Este punto transforma rutas planificadas, con días de anticipación y consolidación de órdenes, a rutas prácticamente instantáneas, donde no se busca mayor consolidación, pero si la capacidad de reacción y optimización a través de la disponibilidad de la mayor cantidad de vehículos en puntos cercanos a los centros de distribución y destinos de despacho.

Software e integraciones

La tecnología juega un rol clave en este ecosistema, donde, disponer de todos los recursos, pero sin un uso eficiente, puede ser simplemente un caso.

Bajo el contexto del ecommerce, la transformación digital ha pasado a ser una necesidad, y, específicamente, la utilización de un TMS, una parte esencial del éxito de una operación. 

Los software limitados a la planificación son insuficientes ante estos nuevos desafíos, ya que no son capaces de adoptar las nuevas necesidades.

En contraste a eso, un TMS (Transportation Management System), genera notables diferencias en el sentido de controlar de manera integral la operación logística, pasando de solo planificar, a automatizar y digitalizar toda la operación con servicios que incluyen:

• Optimización de rutas 
• Optimización de cargas por vehículo
• Comunicación con los clientes
• Trazabilidad de las órdenes 
• Gestionar toda la operación en tiempo real

Además de esto, un TMS entrega la capacidad de ser integrado a otros sistemas claves en la gestión de la empresa, con el fin de eliminar ineficiencias en el flujo completo, desde la venta hasta la entrega de cada orden o producto.

Todos estos problemas solo nos indican una vez más la volatilidad del contexto actual. Por esto, el gran desafío para toda empresa logística es robustecer sus procesos sin perder la escalabilidad, dado que cualquier modelo actual debe estar preparado para ser flexible y adaptarse a cambios repentinos de factores externos.

Para el ecommerce, la tecnología y mejora continua, jugarán papeles fundamentales en la evolución y adaptación en una industria que año a año aumenta en tamaño y complejidad.