Las operaciones logísticas se componen de 2 grandes procesos, logística de abastecimiento, de entrada o Logística Inbound, que inicia con la orden de compra al proveedor y compromete la planificación de la recepción y el almacenamiento de los productos y logística de salida o Logística Outbound que abarca todas las actividades previas al despacho del producto, recepción del pedido, picking, alistamiento del pedido, hasta el transporte al cliente final.
Si bien ambos procesos influirán de forma directa en el nivel de servicio entregado al cliente final, solo la logística de salida constituye un momento de verdad que puede impactar la imagen de la marca, la percepción o satisfacción de nuestros clientes, la recompra y de esta manera la fidelización de nuestros compradores y la rentabilidad de la compañía.
¿Y cómo podemos aprovechar la Logística outbound?
Aquí revisaremos algunas claves:
- Almacén o depósito: su diseño, la técnica de almacenamiento, la identificación de las ubicaciones y los productos deben estar pensados y orientados a una salida ágil de la mercancía. Encontrar con facilidad la referencia solicitada, y direccionarla de forma sencilla al área de consolidación y preparación de pedidos.
- Correcta gestión del stock: Debemos contar con herramientas tecnológicas que permitan una sincronización en tiempo real de los productos vendidos y las existencias disponibles. Esto permitirá evitar quiebres de inventario que finalmente impactarán la venta y a nuestro cliente.
- Preparación del pedido: Esta es una parte estratégica en todo el proceso, que cada vez cobra mayor relevancia y que está en constante evolución por los cambios en el comportamiento y en las expectativas de los clientes. La velocidad del procesamiento del pedido y el envío correcto y completo de las referencias solicitadas son un reto permanente para atender un mercado cada vez más exigente.
- Transporte: Es aquí donde se consolida el éxito del trabajo realizado en los pasos previos, pero también puede ser aquí donde todo ese esfuerzo para preparar un pedido completo y a tiempo se puede ir a la basura.
El transporte en sí va mucho más allá del hecho de llevar un producto de un punto A a un punto B. Los clientes, con grandes expectativas y demandas más precisas cada vez necesitan estar informados de la ubicación de su pedido, quieren herramientas de trazabilidad con las que puedan conocer el estatus en tiempo real, esperan que la tienda/comercio pueda entregar en un horario específico y en ocasiones, con niveles de personalización en la entrega.
Es justo aquí donde herramientas como Drivin cobran todo el protagonismo, pues permiten una planificación óptima de la entrega cuidando el recurso de la empresa para hacer una operación eficiente y entregando al cliente todo lo que espera.
De esta manera, de la logística outbound dependen dos actores claves en la compañía, el cliente interno: comerciales, directivos, accionistas que esperan un buen trabajo cuidando la rentabilidad y al cliente final, y el cliente externo, que espera que cumplamos en tiempo, calidad y cantidad con su adquisición.
Empecemos a ver la logística outbound como una oportunidad de oro y rodeémonos de los mejores aliados para que esta “costosa” actividad en la operación se convierta en el mejor multiplicador de ventas.
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