En los últimos 30 años, la industria ha comenzado a preocuparse no sólo de sus utilidades financieras, sino también de la huella ambiental que generan sus operaciones y su cadena de suministro. Las empresas que se hacen cargo de ésto, no sólo protegen el medio ambiente y reducen su huella de carbono, sino que ahorran dinero y promueven la eficiencia en las operaciones de toda su cadena productiva.
La pregunta que todos se hacen es ¿cómo lo ponemos en práctica?
PriceWaterhouse Coopers (PwC), además de auditar estados financieros, certifica la huella de carbono de más de 300 empresas en Europa. El primer volumen de su Transportation & Logistics 2030 report, abordó específicamente “cómo la cadena de suministro deberá evolucionar en un mundo con problemas en el suministro energético y con reducciones de carbono”.
Sus mediciones y encuestas a personeros del sector, le permitieron concluir que la cadena de suministro podrá hacerse más eficiente, si logra aumentar su control en tiempo real del flujo de su operación, esto con mayores indices de deseabilidad y probabilidad por parte de sus encuestados.
La mayoría de las empresas buscan reducir los costos vinculados al consumo de energía. La clave para un mayor control de eficiencia, es lograr la mayor colaboración de todos los actores involucrados en la cadena productiva.
Un catalizador de la colaboración, es la mejora en la conectividad. El CDP Supply Chain Report para 2014 - 2015 muestra que, en la medida que la conectividad aumenta, las redes digitales de suministro permiten entregar mayor visibilidad y una mejor trazabilidad, lo que facilita la colaboración de las distintas etapas de la red de suministro y de sus actores. Una alianza entre éstos, permite intercambiar información y generar más consciencia de las mejores prácticas en el área de la sustentabilidad. Esto fomenta el intercambio de conocimiento y la búsqueda de mejores soluciones del sector.
El uso de la tecnología permitirá desarrollar modelos de operación más flexibles, ya que en el futuro las redes de suministro permitirán alinear los modelos operativos de sus proveedores de equipos con sus propias metas de reducción de emisiones y eficiencia energética. Por esto, una cadena de suministro digitalizada cuyos socios estén sincronizados e integrados a la red de información, es clave para reducir costos ambientales y financieros.
Un ejemplo de lo anterior es Procter and Gamble (P&G). En un artículo escrito para el periódico británico "The Guardian", P&G señala que desde el año 2002 han disminuido a la mitad su huella medioambiental en cuanto a consumo energético; emisiones de C02; manejo de residuos y consumo de agua. Esto les ha permitido ahorrar cerca de $1.000 millones de dólares.
En el 2007, se propusieron reducir el número de kilómetros recorridos por sus camiones en un 30% al año 2015. La compañía ya alcanzó esta meta en Europa occidental, mediante el uso de redes de transportes intermodales; un rediseño de sus redes y el uso de “corredores verdes” entre sus puntos de despachos más importantes. Como consecuencia, las empresas que trabajan con ellos entran en una alianza que les permite alcanzar en conjunto, operaciones más rápidas, fluidas y menos costosas.
¿Cuáles son las preocupaciones de tu empresa en términos de eficiencia energética y reducción de emisiones? ¿Cuál ha sido su enfoque en esta materia? Me gustaría conocer tu opinión.
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