El transporte de carga en las grandes ciudades requiere de una planificación y monitoreo de flota precisos, de modo de hacerse cargo de las restricciones que presenta el sistema de transportes urbano y los requerimientos específicos que tiene la variedad de clientes a los que debe distribuirse . Así, la última milla se transforma en el tramo más crítico de la cadena de suministro.
La última milla y costos de distribución
Generalmente, la logística de última milla contempla el movimiento de bienes desde un centro de distribución hasta el destino final del despacho, que puede ser un domicilio particular.
En la última fase del transporte, es difícil reunir y consolidar los envíos, con importantes costos en esa área. El principal problema de la logística de última milla surge en muchos casos, que estos envíos se componen de órdenes de compra individuales, y una dispersión importante de destinos, por lo que cada orden debe enviarse a una dirección distinta.
En efecto, el Massachusetts Institute of Technology (MIT) ha estudiado la logística de la última milla y en especial el monitoreo de flota. Afirman que el desarrollo de las megaciudades ha sido sumamente rápido y ha puesto presión al sistema de transportes, generando problemas logísticos a quienes trabajan al interior de estos centros urbanos. El transporte de carga añade muchísimos más problemas a la red de transporte, y muchas de estas ciudades no están dotadas de elementos para compensar el movimiento de los residentes con el de suministros.
Este es el problema que enfrentan nanolocales, quienes requieren de envíos frecuentes de poco stock, en ventanas horarias y condiciones de descarga sumamente restrictivas. El gestor de logística debe comprender que estos clientes tienen poco espacio de almacenamiento y una alta rotación de productos, por lo que deben comunicarse frecuentemente con centros de distribución fuera de la ciudad. Al mismo tiempo, deben cumplir con una restrictiva regulación horaria que reduce el transporte de carga en el horario punta, limita la entrada de cierto tipo de vehículos, e integra restricciones de estacionamiento como tarifas en las autopistas.
El ecommerce y desafíos en los canales de distribución
Por otro lado, Internet llegó para cambiar el mundo y ahora podemos decir que ha modificado nuestro estilo de vida y nuestros hábitos de compra. El auge del ecommerce ha llevado a la masiva compra de productos en línea, para que sean entregados en la puerta de nuestra casa, poniendo a prueba la capacidad de respuesta de los canales de distribución de gigantes como Amazon.
Por ello, una mala entrega podría fácilmente hacer perder a un cliente por el costo y la pérdida de tiempo que le genera. De acuerdo a SupplyChain Dive, el último tramo de la entrega puede concentrar hasta un 28% del valor del envío tanto en almacenamiento, transporte y tecnología, como el costo de combustible, mano de obra y vehículo. Con todo, el desvío no deseado de un chofer puede costar hasta un 10% del kilometraje que recorre.
De acuerdo al MIT, los sistemas logísticos que operan en estas ciudades necesitan información adicional para tomar decisiones antes de planificar su transporte. Para hacerlo de una manera más eficiente, deben tomar en cuenta la ubicación de los centros de distribución, los distintos vehículos que se usan en los envíos, las ventanas horarias a tomar y los planes de ruta.
Por esto, organismos como el Institute for Manufacturing de la Universidad de Cambridge se han dedicado a estudiar el desarrollo de nuevas rutas con la llegada de nuevos servicios de consolidación y distribución, que permitan hacerse cargo de la demanda y ayuden a reducir la congestión los costos. Para ellos, el monitoreo de flota en última milla es clave no solo para ubicar al chofer, sino para planificar la mejor ruta y secuencia de envío que tome en cuenta las distintas variables que pueden retrasar los envíos.
Si las empresas se hacen cargo de la última milla de manera responsable, no solo lograrán satisfacer las demandas de sus clientes, sino abrirán nuevas oportunidades de negocios en este dinámico mercado.
Drivin es un software que ayuda a hacer más exitosa las entrega en la última milla, dado que optimiza las rutas de despacho, entregando visibilidad (en tiempo real) en todo el proceso desde que el vehículo sale del centro de distribución hasta que es recibido por el cliente. A través de la plataforma es posible revisar el detalle de las entregas e incluso pedirle al cliente que conteste una encuenta de servicio. De esta manera se mejora de manera importante, el nivel de servicio que se le entrega a los clientes,
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