Nota publicada en Portafolio Colombia sobre el impacto de aranceles de EEUU a la logística en Colombia.
Extraído del artículo de Portafolio.co escrito por: Paula Galeano
La reciente decisión del gobierno de Estados Unidos de imponer un incremento del 10% en los aranceles a productos importados ha encendido las alertas en sectores estratégicos de la economía colombiana, especialmente en el logístico. Según el Consejo de Empresas Americanas, esta medida podría afectar hasta en un 30% las exportaciones del país, siendo EE.UU. uno de los principales destinos de los productos nacionales.
De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Logística (ENL), los costos logísticos representan el 17,9% del total de la operación para las empresas colombianas, lo que evidencia la vulnerabilidad del sector ante cambios abruptos en las condiciones del comercio internacional.
“Ante la incertidumbre ocasionada por las barreras comerciales, crece la importancia de operar con agilidad, trazabilidad y precisión, por lo que aprovechar al máximo las herramientas tecnológicas dispuestas para optimizar las operaciones logística; es así como Drivin, un sistema de gestión de transporte en la nube, disminuye los gastos asociados con la gestión de transporte y entrega, facilitando la comunicación entre los distintos actores de la cadena logística”, señala Juan Ángel, Country Manager de Drivin en Colombia.
El impacto de la medida estadounidense se manifiesta en distintos niveles. En primer lugar, Ángel advierte que se vería reflejado en un “aumento de los costos operacionales”, ya que los aranceles sobre los productos colombianos pueden elevar el precio de las materias primas e insumos importados, afectando directamente el costo total de la operación logística.
Asimismo, menciona la necesidad de una “replanificación de rutas comerciales”, como consecuencia de la búsqueda de nuevos mercados. Esto implicaría ajustes en rutas, modos y proveedores logísticos, con una consecuente presión sobre los tiempos de entrega.
Los cambios en las condiciones aduaneras y el redireccionamiento de la carga podrían, según el vocero de Drivin, “provocar retrasos y aumentar el tiempo de tránsito”, lo cual representa una amenaza para la puntualidad de las entregas. Esta situación se agrava por la volatilidad del tipo de cambio. “El dólar tiende a apreciarse ante la inestabilidad comercial, lo que influye directamente en el costo del transporte internacional de mercancías”, afirma Ángel.
En este contexto, una de las principales preocupaciones para las empresas es el cumplimiento de los tiempos de entrega. “Uno de los principales problemas que enfrentarían las empresas es el retraso en las entregas, lo que repercute de forma directa en la satisfacción de los clientes”, subraya. Esto se vuelve aún más crítico para productos perecederos como las flores o las frutas, cuya vida útil es limitada. “Tienen contadas las horas para llegar al consumidor final con los más altos estándares de calidad”, agrega.
La tecnología, en este panorama, aparece como un elemento clave para afrontar los desafíos emergentes. Aunque el uso de herramientas digitales representa un reto para muchas compañías, la ENL muestra que algunas soluciones ya tienen niveles significativos de adopción. Entre ellas se destacan el rastreo y seguimiento de vehículos (66,7%) y de pedidos (57,9%).
En opinión de Ángel, estas cifras reflejan una necesidad creciente de “visibilidad y control” en las operaciones. “En un entorno inestable, crece la necesidad de monitorización en tiempo real, planificación inteligente y auditoría continua de los procesos logísticos”, sostiene. Esto permitiría no solo anticipar posibles contingencias, sino también robustecer nuevas estrategias comerciales.
La adaptación del sector logístico colombiano a este nuevo entorno dependerá en gran medida de su capacidad para innovar y automatizar procesos. Las tecnologías de gestión del transporte, en particular, ofrecen herramientas para reducir costos, mejorar tiempos de respuesta y facilitar la colaboración entre actores de la cadena.
“Facilitando la respuesta inmediata ante situaciones emergentes, mientras que ayuda a robustecer las nuevas opciones de estrategias comerciales gracias a sus características diferenciadoras de innovación y productividad”, afirma Ángel. Esta transformación tecnológica se perfila como una necesidad estructural más que coyuntural, dado que permite generar ventajas sostenibles en un mercado global cada vez más competitivo y regulado
El contexto económico planteado por el aumento de aranceles de EE.UU. deja al descubierto tanto la exposición externa de la economía colombiana como las debilidades estructurales en la logística. La dependencia de insumos importados, los altos costos operacionales y la escasa adopción tecnológica son aspectos que se interconectan y que podrían agudizarse ante escenarios de tensión comercial prolongada.
La ENL confirma que, si bien hay avances en el uso de tecnologías logísticas, todavía hay un amplio margen de mejora, sobre todo en herramientas de analítica avanzada, inteligencia artificial y automatización de procesos, elementos que podrían ser determinantes en la capacidad de adaptación de las empresas colombianas en el corto y mediano plazo.
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